Una de las alegrías y de los problemas que nos trae el verano es el calor, ya que, por un lado el buen tiempo nos alegra los días, pero por otro, a veces en casa se nos hace insoportable y para esto, una de las soluciones son los ventiladores de techo.
Cuando vivimos en un piso muy luminoso, con muchas horas de sol al día, un bajocubierta o ático, es probable que en verano lleguemos a temperaturas que nos incordien para dormir o estar relajados viendo la televisión.
Muchas veces el calor se estanca dentro de la vivienda y al no haber corrientes, por la noche las paredes transmiten calor al interior y no podemos dormir tranquilos.
Una buena inversión a bajo coste es comprar un ventilador de techo. Estos elementos son muy utilizados en zonas con mucho calor puesto que mueven el aire del ambiente y hacen que este se refresque.
Ante otras opciones podemos destacar que los ventiladores de techo consumen muy poco, alrededor de 40W dependiendo de la velocidad, no provocan los efectos negativos sobre la garganta o los cambios de temperatura bruscos como los aparatos de aire acondicionado, y siendo este último necesario, ayuda a que sintamos una temperatura menos por el cambio de aire y podremos tener el aire acondicionado a menos potencia, por lo que consumirá menos.
Con los modelos existentes actualmente en mercado, es posible que además de refrescar luzca como elemento decorativo de la vivienda, y además debido a su movimiento ahuyenta a los insectos voladores a los que no les gustan las corrientes de aire.
Podemos elegir entre un ventilador de techo con o sin luz, siendo estos últimos más económicos y dependiendo de para qué estancia los queremos podemos elegir una o la otra opción.
Estos elementos se adaptan a cualquier habitación, notándose mucho su efecto en dormitorios, zonas de estar, cocinas y baños ya que además de refrescar el ambiente ayudan a mover la humedad del ambiente.
En zonas muy calurosas también podemos plantearnos poner los ventiladores de techo en espacios exteriores como terrazas.