Muchas veces nos planteamos si debemos comprar una cosa o no debido a su precio y escasa utilidad, simplemente porque nos parece bonita. En los tiempos que corren, es preferible unificar ambos parámetros, que un elemento decorativo nos resulte de utilidad, o que algo que necesitamos en casa además de “estar puesto ahí” nos sirva para algo más que para decorar.
Hoy os vamos a proponer varios elementos que a la vez que decoran nos sirven para algún propósito específico. Uno de estos objetos es sin duda el reloj de cocina.
Es muy poco común que entremos en una casa y nos encontremos con que no tiene reloj en la cocina, ya que muchas veces para medir los tiempos de cocción de los alimentos necesitamos saber a que hora lo hemos puesto y a qué hora debemos sacarlo de la tartera, o la sartén.
Ya que consideramos que este es uno de los elementos más útiles, porqué no buscar uno que además decore nuestra cocina, ya que con un leve movimiento de cabeza podremos ver la hora que es sin tener que lavarnos las manos para consultar el reloj de pulsera o la hora en el móvil. Otro de los “utilitarios” en decoración es el paragüero.
Cuando venimos de la calle con la ropa y el abrigo empapados junto con el paraguas, lo que más falta nos hace es tener un lugar en el que colocarlo para que no gotee por la casa, y que combine a la perfección con la entrada, los hay de diferentes tamaño, formas y acabados para que casen con el ambiente en el que se encuentran.
Y el tercer elemento que os vamos a proponer hoy es el Puf. Existen muchos tipos y modelos de puff para simplemente descansar sobre ellos, aunque son mucho más recomendables los que guardan un espacio en su interior para guardar cosas, todos sabemos que hay muchos elementos que almacenamos en nuestra casa que nunca sabemos donde meter, y uno de los lugares ideales para guardarlos son los Puff.
Si hacéis ganchillo, manualidades o calceta, es un sitio en el que tenerlo a mano y fuera de la vista y la estética de nuestro salón.
También sirve para guardar los juguetes de los más pequeños, de nuestras mascotas o la mantita que nos echamos por encima cuando queremos echar una siesta reparadora y no queremos que nos coja el frío. Este tipo de elementos hace que valoremos más lo que compramos primando sobre todo su utilidad y estética.